miércoles, junio 16, 2010

Sobre ciclos y luchas

Now Playing

El mar de norte a sur se va secar
y no sé si pueda ahora navegar
para volver...
Y los llantos que ahogan este atardecer
me harán viajar...

- La Ley -
La vida se compone de altibajos (que a fin de cuentas son ciclos) y mi vida no es la excepción. Lo malo es que, en mi caso, dichos ciclos son irregulares. Algunos son cortos, algunos son demasiado cortos.

Lo peor mejor de todo es que algunos ciclos están en un periodo "alto" cuando otros están en "bajo" (no, no hablo de los biorritmos). Hay momentos (como anoche) en los que estoy muy lúcido y muy depresivo. El viernes estaba muy creativo pero muy flojo a la vez. Así, seguido tengo combinaciones raras de sentimientos, emociones y pensamientos, de ahí vienen todas las cosas que leen aquí.

Hay otros ciclos que nosotros mismos creamos. Son, de cierta forma, artificiales o "no-naturales" y por ello pueden tener bien marcados un inicio y un final. Lo más importante es que podemos decidir cuándo queremos abrir o cerrar un nuevo ciclo, y ahí es donde se marca toda la diferencia.

Por ejemplo: casi todos los días paso por un lugar donde venden películas pirata y al parecer el éxito de estas semanas es Undisputed III: Redemption. Uno de estos días me quedé a ver un rato las escenas que pasaban (porque son escenas de pelea muy bien logradas, a mi parecer). Obviamente, ya estaba bien empezada la peli. Se mostraba a un tipo acostado sobre las cuerdas, viendo hacia afuera del ring; todo se ve borroso para él por la golpiza que ha recibido.

Mientras su oponente celebra, el tipo pone una cara de enojo, grita y se levanta, dispuesto a seguir peleando. A pesar de que después le rompen la pierna, sigue peleando sin dejarse caer (aunque se ve que está en clara desventaja). Yo sólo me preguntaba: "¿por qué sigue peleando? ¿de dónde saca la fuerza?"

La respuesta me llegó cuando me estaba durmiendo en un seminario horas más tarde: la fuerza de voluntad. Claro, siempre está la opción de quedarnos dormidos cinco minutos más y estoy seguro que muchos no hacen ejercicio porque no se levantan media hora más temprano. ¿Qué se necesita? Sólo un poquito de inspiración, la misma que ese cuate encontró para seguir peleando a pesar de que ya veía borroso. La misma que se necesita para levantarse cuando suena el despertador, la misma que se necesita para dejar de procrastinar.

Sólo un respiro de fuerza de voluntad.

Todos lo tienen, pero a la mayoría se le olvida. Es lo único que se necesita. La misma minucia te ayuda a no llegar tarde al trabajo lo mismo que te ayuda a terminar relaciones o a aceptar pérdidas irreparables. Según la física clásica, lo más difícil es vencer la primera inercia: darle el primer movimiento al objeto inmóvil. En cuanto ha comenzado a moverse, todo lo demás resulta mucho más fácil.

Creo que así es la vida.

No hay comentarios.: