lunes, enero 16, 2012

Clase de narración

Now Playing:

(Instrumental) Oromë: Lord of the Hunt

- Jon Anderson & Carvin Knowles -
Al fin pude ver Up. Quería verla desde que salió, pero como se podrán imaginar por mis actividades, no tuve tiempo de verla hace un par de años en el cine y desde ese entonces he recibido muchos tomates (figurativos) por no haber presenciado algo que a todos les había encantado. Remedié ese error un sábado en la tarde, descansando de todo lo demás.

Celebration

No voy a poner aquí una crítica de la película porque, además de que ya ha sido hecho, no vinieron aquí para escuchar más alabanzas. Quiero escribir sobre las cosas que he aprendido.

Además de que la película es una clase maestra en cuanto a narración se refiere, tiene ese rasgo peculiar de las últimas películas de Pixar de hablar de temas bastante profundos en una película apta para todo público. Sin ahondar mucho, les daré una idea: algunos de los temas que he pensado en las últimas horas:

  1. Lealtad
  2. Progresión amistad/amor romántico
  3. Completar ciclos de vida
  4. El valor sentimental y su efecto de ancla en las posesiones materiales
  5. La aventura de la vida (éste último es un tema muy profundo en mi vida)

Éstos no son todos los temas que hay y seguramente con volver a ver la película, podrán notar muchos más. Como dije, no busco hacer esas reflexiones ahora; sólo quiero anotar que usted, estimado lector, seguramente se identifica con algunos de estos temas o con otros que no estén en la lista. Sólo hace falta resumir toda la reflexión en una frase apropiada y unos minutos de silencio; su mente hará el resto (y si no lo hace, querido lector, creo que no estamos en el mismo canal y me sorprende que esté leyendo estas líneas)

La película fue un éxito en muchos sentidos y seguramente estarán de acuerdo, pero si preguntamos por qué tuvo éxito, es difícil encontrar una sola respuesta. Podemos atribuirle el éxito a la calidad técnica y tecnológica del estudio, a la originalidad del argumento, al realismo de los personajes y a su capacidad de atraer a la audiencia. Al analizar el trabajo de Pixar es fácil notar que todos estos rasgos son en realidad secundarios. Su verdadero éxito está en dos cuestiones íntimamente relacionadas: contar una buena historia y contarla bien.

¿Recuerdan esos temas profundos que mencioné antes? Si los identifican fácilmente es por algo: no son nada nuevos. Creo que puedo decir sin temor a equivocarme que son temas bien platicados en mesas de café, sesiones de reflexión, retiros espirituales y religiones. Sin embargo, no siempre provocan la reflexión, no siempre nos hacen detenernos un poco a pensar, mucho menos nos mueven sentimentalmente como la película lo hizo. ¿Por qué?

Porque están tejidos en una buena historia, bien contada.

Me gustaría comenzar a analizar por qué Up es una gran historia y muy bien contada, pero no sé hacer ese tipo de análisis (si supiera, lo aplicaría en mis propias historias); sólo sé que la narración es uno de los mecanismos de comunicación más antiguos de nuestra especia y ha sobrevivido por algo. Desde la prehistoria nos hemos contado historias de todas clases y tamaños para explicar, para enseñar, para recordar y hasta para construir. Las formas y medios para narrar han cambiado mucho, pero el acto sigue siendo el mismo. Dentro de estas ropas de "hombre moderno" seguimos siendo el mismo primate de hace cien mil años, que recurre a las historias para comprender toda la información que no heredó genéticamente.

Sé que es una buena historia porque esos temas, que no son nuevos, me fueron entregados en una forma deseable. Acepté esos temas profundos de preguntas difíciles y respuestas complicadas como quien acepta una comida caliente en una noche fría. Es cierto, esos temas pueden ser "ingeridos" en formas más directas aunque menos agradables, como los nutrientes se pueden ingerir en pastillas y no en comida verdadera.

No digo que otros medios de presentar esos temas sean menos válidos, simplemente marco que yo soy más débil que muchos otros. Puedo ingerir una pastilla si es necesario, pero si alguien se toma la molestia de prepararme un pavo asado, no tiene que hacer nada más para atraerme: yo solito voy hacia él. Y sospecho que lo mismo pasa con muchos de mis lectores.

¿Qué otros temas reconociste en la película? ¿Qué otras películas te han hehco pensar? Me gustaría escucharlos, conversar con ustedes. Es su turno.

Foto: bfick, usada bajo una licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)

sábado, enero 14, 2012

Réquiem escrito

Now Playing:

Funeral in Arkhangelsk
Foto: Funeral en Arkhangelsk

Creo firmemente que una buena parte de nuestra infelicidad viene del conflicto entre varias partes de uno mismo. Nos tendemos trampas, ignoramos lo que no debe ser ignorado y le damos más importancia a las cosas incorrectas. Pensamos en la felicidad de forma incorrecta y nosotros mismos nos saboteamos. La felicidad, creo yo, es algo más bien raro en nuestro estilo de vida:

Okay, when it comes to happiness in general, I definitely have no idea what makes what or what adds up to what. I just feel like, sure — we’ll all have high highs of wide eyes on graduation stages, father-daughter dances at weddings, and healthy baby screeches in the delivery room. But those big violin crescendo moments are maybe.. like, five days total in your life? I mean, I get to flip to the cold side of the pillow every single night if I can’t fall asleep and every single time it gives me a tiny fleeting rush of ice cold satisfaction on my cheek.(via)

La felicidad tiene mucho que ver con muchas cosas que no nos imaginamos, que suenan contrarias al sentido común o a la cultura en que vivimos. La vida no viene con un manual de instrucciones, mucho menos con una lista de reglas que seguir. ¿Por qué seguimos cayendo en los mismos patrones y obteniendo los mismos resultados? Algo debe cambiar y ese algo no debe ser dejado al azar, es uno mismo el que tiene que cambiar.

Por eso he comenzado a pensar en la destrucción, en lo que no sirve y debe ser derribado. Muchas cosas en mi vida no están vivas, pero me empeño en guardar el cadáver para recordar cómo era el pasado. No cierro los ciclos porque no lloro las muertes como es debido. Desde luego, eso no es sano ni para el cadáver ni para mí: es digno y necesario enterrarlo.

Éste es un réquiem, en la que comienzo a desearle a los muertos de mi vida que les vaya bien en su otra vida. Deben regresar por donde vinieron y que alimenten nuevas experiencias como un cadáver alimenta las plantas. Les dedico un rezo, un lugar de reposo y una lápida en la que inscribo mi despedida. Me doy la vuelta para no volver.

jueves, enero 12, 2012

Las chicas solían decir

Now Playing:

...las cosas buenas yo contigo las viví
y contigo aprendí que yo nací
el día en que te conocí.

- Filippa Giordano -
Las chicas solían decir que un chico romántico las apasionaba. Una buena voz y cierta habilidad tocando guitarra eran un éxito en otros tiempos, tiempos que me suenan lejanos.

Elvis is in the Restaurant

Las chicas solían decir también que querían a alguien caballeroso, a alguien atento, sensible y que las quisiera "de a de veras". La experiencia me ha dicho que eso también es el pasado, y el problema no (sólo) son las chicas. El problema somos todos: los que creemos que el amor de la vida se encuentra cada seis meses, que encapsulamos los sentimientos en una palabra y pretendemos estandarizar al Amor como eso que se siente sólo hacia una persona.

Las chicas solían decir muchas cosas que parece que no siguen. Ésos eran tiempos pasados, ahora han cambiado. Ahora las chicas no dicen nada y se dedican a pasar de una relación a otra; a volverse dependientes de un chico que saben que las lastima. Las chicas han cambiado, ahora no mienten como antes.

Los chicos también decían muchas cosas: prometían ser fieles, daban su palabra y ésta tenía un valor real, aunque intangible. Antes se comprometían con sus acciones y su honor estaba en juego. Hoy a los chicos todo les importa un comino, parece que siendo deshonestos se disfruta más y en menos tiempo. Los chicos han cambiado: ahora se han quitado de encima el peso del honor personal, de la equidad, del trabajo.

Las chicas decían muchas cosas que resultaron no ser ciertas. Los chicos también. Las chicas y los chicos nunca hemos sabido lo que realmente queremos y ésa es la raíz de todo el problema. Nos decepcionamos cuando no nos gusta la realidad y nos preguntamos qué salió mal. Pero preguntarse es algo difícil, responderse es doloroso y actuar es complejo, así que mejor seguimos deseando que pase lo mejor y seguimos diciendo. En eso no hemos cambiado nada.

Foto por RBerteig, usada bajo una licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)

miércoles, enero 11, 2012

"Te lo estás perdiendo" (y otras cosas que a nadie le importan)

Now Playing:

Maybe I didn't treat you quite as good as I should have,
maybe I didn't love you quite as often as I could have.
Little things I should have said and done,
I just never took the time.

You were always on my mind...

- Elvis Presley -

alone

Iba a escribir una carta acerca de lo mucho que estoy viviendo, las cosas que he podido experimentar por primera vez estos últimos meses, las ideas locas que aún tengo anotadas en mi cuaderno reciclado y las que estoy transcribiendo en mi cuaderno Chronodex (una maravilla del DIY que además es gratis). Pensé, obviamente en muchas personas con las que he compartido esas ideas y esos proyectos, las personas que estaban cerca de mí cuando se me ocurrieron, mis primeros cómplices (o al menos esperaba que lo fueran)

No digo que sean las más grandes ideas desde el pan blanco y el café soluble, pero eran ideas bonitas, bastante originales en mi hábitat y eran mías. Algunas de ellas no han salido a luz y unas pocas han salido de mi cabeza hacia el mundo "real" (como si mis pensamientos no fueran reales [inserte chiste del solipsismo]) Cuando me di cuenta, vi que cais todas esas personas que estaban cerca de mí ya no lo están y las ideas sí siguen ahí. Con más o menos peso que antes, pero las ideas no se marchitan tan fácilmente.

La carta que iba a escribir estaba dirigida a algunas de esas personas, en las que les mencionaba con algo de rabia y enojo lo mucho que se estaban perdiendo de mi vida. Las cosas que estoy haciendo, corrigiendo y entregando; sobre la diferencia entre el imaginar y el realizar, sobre muchas otras cosas. A la mitad de escribirla me di cuenta de lo inútil que sería esa carta: esa gente no está aquí por muchas razones, incluso por decisión.

No les importa cuánto de mi vida se están perdiendo.

Pensando en ellos recordé que yo no sé en realidad lo que están haciendo con su vida, los proyectos que hacen y las cosas que no hacen. En mi carta iba a arremeter contra todos los que no hacen nada más que ver su vida pasar sin construir nada, pero me di cuenta que:

  1. No tenía la más mínima idea de la situación de esas personas, y
  2. No tenía ningún derecho de juzgar su vida.

En suma: no sabía de ellos porque no me importaba su vida y estoy casi seguro que es mutuo. Se pierden de mi vida, es cierto; pero yo también me pierdo de la suya, sea buena o mala. Toda esa carta era un alimento al ego, comida chatarra y nada más.

Ésa será una de las primeras destrucciones de este año: saber que a ellos (y seguramente a muchísimas otras personas) mi vida no les importa nada de la misma forma en que a mí no me importa la suya. No tiene por qué interesarles mi vida, todos están normalmente metidos en su propia mente (o cuerpo); cada quien es tan superficial o tan profundo como es y no tiene por qué ser parecido o compatible conmigo.

La primera verdad de esa carta-basura sigue siendo cierta: "Te estás perdiendo mi vida", pero no es mi lugar recordárselo a nadie. No me arrepiento de ese pensamiento y seguiré haciendo y haciendo. Te seguirás perdiendo mi vida, espero que te la estés perdiendo por vivir algo que valga la pena.

Foto: dragonfaliii, bajo una licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)

lunes, enero 09, 2012

Propósito (de destrucción) de año nuevo

Now Playing:

Nine hours passed and how long will it last
says the man with the plan and a gun in his hand.

- Katzenjammer -
He perdido la inspiración otra vez. Por alguna razón desconocida no he podido escribir nada nuevo y significativo desde que terminó NaNowriMo 2011. ¿Por qué es esto? No tengo idea. Posiblemente porque diciembre estuvo lleno de actividades, cierre de año en el trabajo e inmediatamente después las fiestas de navidad y año nuevo, con los días de descanso en medio. Ya pasó el año nuevo y aún no regreso a escribir como debería, aún no encuentro ideas acerca de las cuáles escribir. Retomar mis manuscritos de noviembre me parece una aberración, están tan mal escritos que no quiero verlos aún. Sé que tendré que terminarlos y corregirlos eventualmente, pero aún no tengo el valor de hacerlo.
No he podido compostear mis ideas adecuadamente. Siempre pienso que un cuaderno bonito me podría ayudar, pero aún tengo varios cuadernos casi nuevos que tienen apenas unas cuantas páginas usadas y que en realidad no tienen nada que contar. Algo está mal dentro de mí. Algo está roto, cansado, sin ganas de seguir adelante con cosas nuevas. Es necesario terminar todo antes. Es necesario provocar el final, hacer que no quede nada para que de esa nada pueda volver a crear, a hacer, a vivir.
Este año nuevo me propongo dar fin a todas las cosas. Que se pudran los que creen que los mayas predijeron el fin del mundo en diciembre del 2012, estoy casi seguro que son las mismas personas que se educan por los titulares de los periódicos sensacionalistas y ven programas como "Laura en América" creyendo que son 100% verídicos. El verdadero fin del mundo pasa cuando uno no cree en nada y no quiere hacer nada. Este año nuevo me propongo dar fin, dejar un paraje desolado para que no me quede nada por perder. Cuando haya destrozado mi reino y no pueda ver nada más que ruinas a mi alrededor, comenzaré a construir de nuevo. Un mejor castillo. Más grande, más alto, más fuerte.