lunes, marzo 26, 2012

La soledad y el solitarismo I

Now Playing:

Child of the wilderness, born into emptiness
Learn to be lonely,
learn to find your way in darkness

Who will be there for you,
comfort and care for you?
Learn to be lonely,
learn to be your one companion
Hace mucho tiempo, los humanos encontramos ciertas ventajas a vivir en grupos, incluyendo la defensa conjunta ante depredadores, la supervisión constante de los miembros más jóvenes y la búsqueda facilitada de recursos (siendo un eslabón medio en la cadena alimenticia tenemos a veces que cazar y a veces ser cazados).

Desde ese entonces, hemos desarrollado una complicada red de relaciones que llamamos "sociedad" y en la que se desarrolla toda una suerte de actos, gobernados por un cuerpo más o menos regular de reglas, factoides y nociones generales no escritas. Aprendemos desde nuestros primeros años a comportarnos de cierta forma para mantener una buena convivencia con otros seres en el espacio más o menos próximo al nuestro. Por medio de la imitación conocemos otras mañas, vicios y trucos que usan las personas cercanas a nosotros.

Después, vemos algunos patrones: chicos que besan chicas, señoras y señores que están casados y que después tienen más hijos. Al principio es fácil, son ecuaciones sencillas y se digieren fácilmente. Por fortuna (o desgracia) algunos vemos poco a poco excepciones a los patrones: parejas que viven separadas, niñas que besan niñas y chicos que besan chicos, personas que toman mucho y que comen poco... pronto, esos patrones dejan de ser una constante y se convierten en un punto de partida del cual salen muchos caminos particulares y la regla se vuelve la excepción.

Naturalmente, este choque entre ideas y realidad no siempre es tan fácil como aquí lo he descrito. Algunos intentan pretender que esas "excepciones" no existen; otros aseguran que son aberraciones, rarezas y desviaciones de "La Naturaleza" y "La Sociedad", con mayúsculas, como si fueran máquinas que se ajustan a nuestra visión. Se crean prejuicios, se hacen estereotipos y se declaran los primeros parias.

Las ideas, sin embargo, no se pueden detener sólo con palabras y muchas ideas nuevas han florecido y derriban esas viejas creencias y ese cambio del que les hablaba ocurre. En algunos temas ya hemos avanzado mucho; en otros...

Cuando el hombre primitivo sobrevivió, en parte gracias a la convivencia, se le grabó en la mente la importancia de una vida compartida (además de un horror no descrito hacia la vida solitaria, llena de peligros y riesgos innecesarios al vivir en manada). Ello nos ha llevado silenciosamente a un estereotipo particularmente contagioso: la idea de la socialización forzada.

Por alguna razón extraña, aún hoy en día se suele ver raro a la persona que vive su vida sola, siendo ella misma la prioridad máxima. Como con todas las otras ideas antiguas, a ésta le dan nombres característicos (bastardizados en estos días con la frase-hashtag #ForeverAlone) y se le tacha en murmullos, los grupos le señalan cuchicheando y haciendo notar su poca o nula capacidad social, su desdén hacia la propiedad y espacios públicos, su incapacidad de agrupamiento. A veces hasta le dan su lástima.

(Nota breve: Sin embargo esto no es exactamente equivalente al verdadero "ForeverAlone-ismo"; lo discutiré en otro post)

He sido parte del problema, pero no sería justo decir que he sido una víctima. He sido visto muchas veces como un loco o un inadaptado cuando hago ciertas cosas solo: ir al cine, cenar en un buen restaurante, comprar ropa pero ciertamente no me siento mal por ello ni considero que tenga un problema. Desde luego, yo sólo puedo verme desde adentro y obviamente jamás podré verme como me ven los demás; en todo caso si tengo un problema, no me ha afectado de la forma en que dicen.

De todas esas "reglas" que se han ido reevaluando con los años, ésa es una de las pocas que aparentemente nadie discute. ¿Por qué? Es un error considerar que para todo (y sobre todo para ciertas actividades) uno es un fracasado si las hace estando solo, pero de todas formas he recibido críticas por ello.

A mí no me han hecho daño ni me han "rectificado de mi error", pero ¿qué tal si a alguien más sí? ¿Qué tal si alguien realmente se ofende o cae su autoestima por lo que dicen los demás? A veces he sentido discriminación por solitarismo y no creo ser el único. ¿Por qué nadie parece discutir esto?

Ah claro. Ya tienen novia.

domingo, marzo 25, 2012

Creadores y no-creadores

Now Playing:

In this great future you can't forget your past
so dry your tears, I say

- Bob Marley -- No woman, no cry -

X-wing plans

A pesar de que cada uno de nosotros ha pasado por un camino diferente, los obstáculos de cada quien han sido más o menos los mismos y hemos llegado más o menos a las mismas metas: una carrera, un trabajo, una familia, un poco de historias que contar. Si te alejas lo suficiente, verás que esas diferencias son sólo importantes para cada uno, pero no para los demás; para el observador externo hemos pasado exactamente lo mismo.

Estamos justamente marcando una nueva etapa de nuestras vidas y por alguna razón tú celebras en grande, exponiendo fuertemente tu trabajo y el esfuerzo que te llevó hasta este lugar, lo cual es perfectamente válido. Yo en cambio, no siento que haya sido un esfuerzo particularmente difícil, fue una etapa más de mi vida y aún no celebro; me ocupo en seguir creando.

Ésta es una de las diferencias importantes entre nosotros. Suele haber mucha diferencia entre los que celebran en grande y entre los que no dejan de hacer y "no tienen tiempo" de celebrar y parece que siempre tienen la cabeza en otro lado. Te podrías preguntar qué tiene de importante esta distinción y para mí (que pertenezco al segundo grupo más que al primero) no hay ninguna. Para muchos de los que estamos de este lado, la celebración no es algo aparte de nuestro trabajo, no es una pausa que haya que hacer, no necesariamente es darse un momento para admirar lo hecho desde lejos.

Para nosotros la celebración misma es ese trabajo, esa creación. En cuanto se termina una creación inmediatamente hay que comenzar otra para no caer en el tedio que lleva a no hacer nada. Hay que crear todo el tiempo. En medio de la creación encontramos un momento (casi imperceptible) en el que compartimos un poco de esa creación, aún si está sin acabar. Para nosotros, el proceso mismo de creación es su propia celebración.

Nos detenemos a veces porque es imposible seguir siempre al mismo ritmo, pero nos es difícil ver hacia atrás y de lejos: aquellas obras que ya han sido creadas difícilmente serán re-creadas y sólo nos sirven como marcas del camino que ya ha pasado, como recordatorios de errores y malas decisiones. A veces nos detenemos para caminar un rato en otro camino, paralelo o transversal, y ver qué encontramos en él. A veces, nunca regresamos al camino original.

No celebramos anunciándole a todos lo que hemos hecho, más bien lo dejamos y si hay alguien cerca le hacemos notar de su presencia, le mostramos lo que hemos hecho. En cuanto ese visitante se va (que suele ser bastante rápido) se cierra ese ciclo y nos dedicamos a abrir otro (si no es que ya lo habíamos abierto antes) y continuamos el trabajo en otra dirección.

Mientras unos celebran en grande, los demás no dejan de crear nunca. Su (mi) trabajo a veces es renombrado, a veces es olvidado; pero eso importa poco. Nosotros que creamos (todo el tiempo) no nos motiva ese renombre tanto como el acto mismo de crear; la difusión es más bien secundaria. A veces vemos a los demás como gente que malgasta el tiempo y no quiere o que está muy cansada como para crear más. No es culpa de nadie: a ellos les parecemos adictos al trabajo, al hacer y ellos nos parecen perezosos. Ninguno es completamente correcto; ninguno es incorreecto. Son dos formas de ser y de hacer.

Es por ello que ya no quiero reclamarle a los "perezosos". Podría regañarlos diciendo que mientras ellos proclaman su esfuerzo, otros no dicen nada y siguen callados; pero eso sería asegurar que somos superiores a ellos; no lo somos. Ahora creo que ser así no es un crimen, no es una incapacidad o muestra de desdén hacia la vida como a veces podemos pensarlo: simplemente es otra forma de ser. Así como hay hombres y mujeres, altos y bajos, gordos y flacos, los habemos creadores y no-creadores.

Por ello, sigan celebrando, mis queridos amigos. Sigan festejando, porque el mundo también necesita sus festejos. Otros, en cambio, nunca dejamos de celebrar.

Foto: Psiaki, usada bajo una licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)

lunes, marzo 19, 2012

Secuencias

Now Playing:

Estoy llorando en mi habitación
todo se nubla a mi alrededor
ella se fue con un niño rico
en un Ford Fiesta blanco
y un jersey amarillo...

- Bacilos -- Devuélveme a mi chica (cover de los Hombres G) -
Lunar eclipse sequence

1, 2, 6, 20, 70... ¿qué sigue?

A los seres humanos nos fascina encontrar patrones (además de que tenemos un cerebro que lo hace de una forma extraordinaria). Incluso encontramos patrones donde no los hay; lo cual nos lleva a muchos, muchos errores:

When you desire meaning, when you want things to line up, you forget about stochasticity. You are lulled by the signal. You forget about noise. With meaning, you overlook randomness, but meaning is a human construction.(via)

Lo chistoso es que hay muchas otras cosas que sí son secuencia (es decir, vienen en orden) y no las vemos o no las queremos aceptar.

Ejemplo: te vas a morir. No sé cuándo ni bajo qué circunstancias, pero te vas a morir. No es una amenaza, porque una amenaza es de la forma "Si haces esto, te pasará lo otro". Cuando te digo que te vas a morir estoy diciéndote algo completamente inevitable y natural, un hecho que puedes constatar fácilmente preguntando por ahí. Sin embargo mucha, muchísima gente parece enojarse cuando les digo esto. ¿Por qué? No entiendo cómo es que una persona que siempre quiere saber la verdad huye cuando le doy ésta verdad sencilla, un hecho que debería aceptar desde que nació.

A pesar de tener una capacidad única para ver patrones y secuencias, encontramos estos dos errores. ¿Por qué? ¿Qué pasa dentro de nuestras cabezas?

He encontrado que esas secuencias que no siempre vemos suelen ser bastante importantes. No vemos el envejecimiento que ocurre día a día, no vemos la evolución de una semana, no vemos cómo algunas personas no son "para toda la vida" y sólo entran, están presentes, a veces dan una enseñanza y luego se van.

Aún así, las secuencias ocurren, son independientes y no nos obedecen aunque a veces intentamos domarlas. Se nos escurren entre las manos cuando queremos domarlas y huyen riéndose de nosotros.

Son como las secuencias matemáticas: sólo tenemos control de (algunas de) ellas al principio, cuando establecemos las reglas. Lo demás es seguir, descubrir todo el tiempo para ver qué ocurre. Algunas serán aburridas, otras serán fantásticas, pero no hay forma de saberlo a priori. El arte es crear, la aventura es continuar.

Las secuencias de la vida son también una forma rara de arte, en la que la satisfacción viene de seguirlas hasta sus últimas consecuencias. No podemos controlarlas. Las tomas o las dejas. Las intentas entender o te das por vencido. Lo estúpido es rechazarlas cuando tenemos una capacidad enorme de reconocerlas. Sólo tenemos una vida y hay una infinidad de secuencias. ¿Vas a seguir rechazándolas?

Foto: Lee J Haywood, usado bajo una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0 Generic