lunes, agosto 29, 2011

Real Life Champions

Now Playing:

Times of joy and times of sorrow
we will always see it through
I don't care what comes tomorrow
We can face it together
the way old friends do

- ABBA -
En noviembre pasado (es decir, durante NaNoWriMo 2011) me vino a la idea hacer una novela en la que el protagonista sale en busca de un sabio legendario. En su camino, sin embargo, debe enfrentar peligros y retos de distintas clases. En cada "reto", aparece un personaje extra, que conoce la situación y que ayuda al protagonista a superar las dificultades; de modo que cada vez el protagonista se supera a sí mismo, logra vencer los problemas que tiene enfrente.

Desde luego, la historia no es nueva (dependiendo de a quién le preguntes, cae en uno de tres, siete, veinte o treinta y seis argumentos básicos) pero debía contarla a mi manera. Quería que el protagonista no fuera el verdadero héroe; quería hacer que todos los "coprotagonistas" fueran los verdaderos héroes de la historia, los que en realidad vencieron las adversidades, aún si ése no era su objetivo y aún si no recibían reconocimiento de nungún tipo.

Desde luego, estaba basado en una historia de la vida real: la mía. Quería pintar a algunas de las personas más importantes de mi vida como héroes que me han ayudado a vencer algunas de las peores situaciones o características de mi vida. Desgraciadamente la idea es aún demasiado grande para un escritor como yo (aunque eso no quiere decir que no lo haré nunca, simplemente que aún no estoy suficientemente maduro como para escribir tamaña historia).

Pero quiero aplicarlo en algo más. Posiblemente hayan oído hablar de SuperBetter (o recuerdan haberlo leído aquí mismo, en éste post) Desde que oí de ese juego vengo buscando una forma de aplicarlo a mi vida (y una idea perversa mía ha sido intentar combinar ése concepto con la canción "Cartoon Heroes". Go figure)

Lo único a lo que he llegado es crear(me) un nuevo concepto que llamo Real Life Heroes. Definir, de alguna forma, a las personas que en mi vida son héroes. Es fácil identificarlas por sentimiento, pero quiero que sea algo más objetivo, algo más medible. Algo que pueda usar como un juego, una forma divertida de reconocer (aunque sea simbólicamente) a los héroes modernos, los héroes personales. Quiero premiar a esos héroes.

Quiero también que otros participen en este juego, pero no necesariamente conmigo. Quiero que, al final, cada quien juegue y reconozca a sus propios héroes. Que por todos lados se dé algo de crédito a los héroes de todos tamaños y colores. Es un sueño guajiro, pero es uno de mis sueños.

Mi problema es que jamás he diseñado un juego y no sé bien por dónde comenzar. Sé diseñar experimentos en un laboratorio y creo que no es un mal inicio; pero no es suficiente. Supongo que, hasta que tenga el juego bien armado, me conformaré con decir un "Gracias" de lo más profundo de mi ser.

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domingo, agosto 14, 2011

Del heroísmo I

Now Playing:

It's your choice
Peace, or annihilation

- A perfect Circle -
(Primer post en una serie de desvaríos acerca de vivir la vida como un juego)

Una de las razones por las que la narración de historias es tan popular es porque resuena en nosotros, en nuestra psique, nuestra forma de ver el mundo ¿No es así?

Vamos a la prehistoria, cuando nuestros ancestros se contaban sobre los actos heroicos y las muertes de individuos singulares. En esas historias se transmitían conocimientos esenciales para sobrevivir en un ambiente muy hostil al mismo tiempo que se iba moldeando lo que conocemos como "Sociedad" mediante la presentación de ciertos atributos como deseables desde un punto de vista muy humano. Dicho de otro modo, establecíamos los estándares humanos de "héroe" (en un sentido muy, muy amplio de la palabra) y creábamos una nueva forma de élite.

Ahora, las élites existen en muchos otros animales, en la forma de un macho alfa, una matriarca o algo parecido; compitiendo en ferocidad para obtener ciertos beneficios. Nosotros lo hicimos a nuestra forma, metiendo las ideas que sólo nuestro cerebro podía crear. Dejamos que no fuera sólo el instinto, contamos las historias para que una parte de nosotros se angustie al saber las dificultades por las que pasó el héroe y se emocione al saber cómo triunfó. Nos gustaba el hecho escondido de que ese héroe era, en principio, igual que todos los demás. Eso implica que todos pueden, en principio, ser como ese héroe.

Llegar a ello, sin embargo, no es fácil. El heroísmo es un estatus que se alcanza activamente; uno tiene que salir y vencer lo que sea que represente un némesis (animal feroz, tribu enemiga, etcétera) y después de sobrevivir, el heroísmo es "otorgado". El heroísmo no necesariamente es algo con lo que se nace (a diferencia de algunas especies en las que hay grupos naturalmente más fuertes que otros y que pueden por ello alcanzar más fácilmente la dominación sobre otros) ni es un derecho de nacimiento. El heroísmo se gana.

Sí, de esos días hasta nosotros han pasado milenios y la forma de contar historias se ha ramificado, pero nuestra proyección en dichas historias sigue siendo la misma: nos identificamos con los personajes de una u otra forma porque sabemos que parte de ellos es igual a nosotros. Odiamos a los villanos porque ellos tienen algo parecido a nosotros, representan algo que odiamos de nosotros mismos de la misma forma que los héroes representan algo bueno, algo que todos identificamos como nuestro.

Pero, ¿dónde está el "heroísmo" hoy? ¿Qué define a un protagonista, a un némesis? ¿Cómo saber identificar las aventuras de hoy en día? Humanos nacemos y aún somos en gran parte los mismos homínidos que hace doscientos mil años, cuando nació nuestra especie. Todavía buscamos identificarnos con algo cercano a nosotros pero que exalte nuestras mejores virtudes, que sea un ejemplo a seguir, que acabe con nuestros males (o al menos, con la representación de nuestros ideales)

Antes era muy fácil: el héroe era el que lograba hacer las tareas más importantes de la mejor manera. Claro, en aquel entonces había pocas actividades más que las relacionadas con la supervivencia inmediata. Hoy tenemos un mundo más de actividades, que comprenden toda la gama de cosas que hacemos: agricultura, economía, literatura, composición, edición videográfica, investigación histórica, defensa de los derechos humanos, deportes, videojuegos... ¿Cómo decir que uno de ellos es mejor o más importante que el otro?

La anterior pregunta era retórica; no creo que tenga respuesta. El heroísmo se ha diversificado tanto como nuestros intereses. Cada héroe debe tener su propio conjunto de atributos necesarios para llevar a cabo su obra, sus propios rivales y sus propias metas. Desde luego, como el estatus de Héroe siempre es asignado (ya que le héroe lo es por el reconocimiento de los demás) tiene que haber un pueblo, un grupo que reconozca en el héroe sus aspiraciones (los groupies y fans son una aproximación moderna a este pueblo)

Todo esto establecido, me quedan las siguientes preguntas: ¿Qué es un héroe hoy en día? ¿Cómo se sabe un héroe como tal? ¿Cómo se otorga ese reconocimiento? ¿Quién lo hace?

Dejaré estas cuestiones para otro post, que éste ya se alargó demasiado