viernes, enero 22, 2010

Replanteando

Now Playing

(Instrumental) "Kiss the Girl" from "The Little Mermaid" in the spirit of Sibelius

- Alan Menken / Donald Fraser -


El otro día abrí la página principal de este espacio (lo cual casi nunca hago) y me di cuenta que la última vez que publiqué algo aquí fue hace casi un mes. ¿Se dan cuenta? La "vida real" me mantuvo alejado de este sitio que tanto quiero por un mes entero (un buen usuario de internet sabe que eso es mucho, mucho tiempo)

Casi siempre que me siento a escribir aquí me pregunto de qué hablaré (excepto las veces que ya lo tengo bien masticado). Esta vez me pregunté cómo es que había sobrevivido casi un mes, sin NaNoWriMo y sin escribir en este lugar.

¿Saben qué encontré? Primero, que escribo en muchos lugares: en mi bitácora offline, en mi agenda de papel y en Divúlgalo. No es lo mismo que VdL, pero es escribir, a fin de cuentas. Me mantiene vivo, de alguna forma. Me ayuda a sacar mis demonios, a alimentarme... Es necesario, pues.

Segundo: la "vida real" está exigiéndome más tiempo para otras cosas. Mejor dicho, yo mismo he elegido emprender nuevos proyectos que no involucran a este blog. Yo mismo me he cargado de más trabajos, de más ideas y de más cosas que hacer, no culpo a nadie. De hecho lo disfruto, y sé que me hará bien.

El caso es que así pasé un mes completo sin pasarme por acá y me olvidé por completo de todos estos años. De todo lo que he guardado aquí y lo que he expuesto a todo el que por ocio o error acabe acá. Me di una vuelta por tooooodo el archivo y me vi a mí mismo en el pasado, de las idioteces que hacía y de cómo antes pensaba que la vida era difícil.

Mis conclusiones lógicas eran que, si ya había pasado un mes y yo me sentía bien y ya había dejado este lugar, ¿para qué mantenerlo? Es decir, no hace falta sobrecargar los servidores de Google sólo para mantener un blog personal, roto y encima obsoleto.

Desde luego, yo no soy alguien tan lógico, soy un tanto irracional.

No puedo dejar este lugar así como así. Es parte de mi vida, igual que los poemas malísimos que escribía en la secundaria; igual que mi colección de tarjetas telefónicas; igual que mi "bote de recuerdos". Mientras tenga las capacidades para mantenerlo no lo dejaré. Lo olvidaré y me pelearé con él, pero no lo dejaré.

Bienvenidos de nuevo.