Now Playing:
Estoy llorando en mi habitación
todo se nubla a mi alrededor
ella se fue con un niño rico
en un Ford Fiesta blanco
y un jersey amarillo...
- Bacilos -- Devuélveme a mi chica (cover de los Hombres G) -
1, 2, 6, 20, 70... ¿qué sigue?
A los seres humanos nos fascina encontrar patrones (además de que tenemos un cerebro que lo hace de una forma extraordinaria). Incluso encontramos patrones donde no los hay; lo cual nos lleva a muchos, muchos errores:
When you desire meaning, when you want things to line up, you forget about stochasticity. You are lulled by the signal. You forget about noise. With meaning, you overlook randomness, but meaning is a human construction.(via)
Lo chistoso es que hay muchas otras cosas que sí son secuencia (es decir, vienen en orden) y no las vemos o no las queremos aceptar.
Ejemplo: te vas a morir. No sé cuándo ni bajo qué circunstancias, pero te vas a morir. No es una amenaza, porque una amenaza es de la forma "Si haces esto, te pasará lo otro". Cuando te digo que te vas a morir estoy diciéndote algo completamente inevitable y natural, un hecho que puedes constatar fácilmente preguntando por ahí. Sin embargo mucha, muchísima gente parece enojarse cuando les digo esto. ¿Por qué? No entiendo cómo es que una persona que siempre quiere saber la verdad huye cuando le doy ésta verdad sencilla, un hecho que debería aceptar desde que nació.
A pesar de tener una capacidad única para ver patrones y secuencias, encontramos estos dos errores. ¿Por qué? ¿Qué pasa dentro de nuestras cabezas?
He encontrado que esas secuencias que no siempre vemos suelen ser bastante importantes. No vemos el envejecimiento que ocurre día a día, no vemos la evolución de una semana, no vemos cómo algunas personas no son "para toda la vida" y sólo entran, están presentes, a veces dan una enseñanza y luego se van.
Aún así, las secuencias ocurren, son independientes y no nos obedecen aunque a veces intentamos domarlas. Se nos escurren entre las manos cuando queremos domarlas y huyen riéndose de nosotros.
Son como las secuencias matemáticas: sólo tenemos control de (algunas de) ellas al principio, cuando establecemos las reglas. Lo demás es seguir, descubrir todo el tiempo para ver qué ocurre. Algunas serán aburridas, otras serán fantásticas, pero no hay forma de saberlo a priori. El arte es crear, la aventura es continuar.
Las secuencias de la vida son también una forma rara de arte, en la que la satisfacción viene de seguirlas hasta sus últimas consecuencias. No podemos controlarlas. Las tomas o las dejas. Las intentas entender o te das por vencido. Lo estúpido es rechazarlas cuando tenemos una capacidad enorme de reconocerlas. Sólo tenemos una vida y hay una infinidad de secuencias. ¿Vas a seguir rechazándolas?
Foto: Lee J Haywood, usado bajo una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0 Generic
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