lunes, junio 04, 2012

De los sentimientos de añoranza

Now Playing:

And to see you're really only very small,
And life flows on within you and without you.

- The Beatles - Within you, without you -
Just THINK : ABOUT IT : Just write a title, YOUR thoughts....ENJOY! :)

(Basado en una historia real y reciente)

El otro día que platicamos me di cuenta de una cosa: te extraño más cuando platico contigo.

Cuando no estás, puedo imaginarte. Puedo recordar desde tu tono de voz hasta la cara que harías cuando te cuento uno de mis pésimos chistes. Te conozco tan bien que me imagino qué dirías si te cuento mis planes locos o si te presumo mis aventuras más recientes.

Te extraño cuando no estás, sólo que de forma diferente. Te extraño porque te quiero y porque quisiera que estuvieras aquí como si no hubieran pasado los años, cuando todavía nos estábamos descubriendo sin saber  nada el uno del otro.

Pero cuando estás aquí, platicando conmigo, me doy cuenta que no eres la persona que extraño. No queda en tí nada de esa persona que extraño. ¿Me ilusioné o me ilusionaste? En realidad no importa, cuando platicamos me di cuenta que extraño a una persona que no existe, a un fragmento de mi imaginación. Estos sentimientos de añoranza ya no tienen en quién apoyarse y pronto caen, indefensos, a estrellarse la cabeza contra el piso.

Foto: UggBoy, usada bajo una licencia Creative Commons Attribution 2.0 Generic (CC BY 2.0)

1 comentario:

Payton Glass dijo...

¡Aaah! La eterna pregunta: ¿vivo de una ilusión o realmente pasó? A modo de justificación, puedo decir que la gente cambia (y si te digo que en la mente no dejo de repetirme "We are who we are, people don't have change", entro en modo 'paradoja') y por lo general, lejos de lo que una espera. O tal vez siempre fueron así, solo que una no quería darse cuenta. Es como si en aquél momento, se tenía un "filtro de percepción" que solo nos permitía ver lo que queríamos ver y no lo que realmente estaba ahí. Supongo nos pasa a todos, y quiero pensar que el efecto es igual a cuando te levantas un día (luego de 25 años de matrimonio) y notas que no sabes con quién estás casado - O peor aún, no entiendes cómo lograron pasar tanto tiempo juntos.

No te había leído, pero me encanta lo que leo. No diré que comentaré seguido, pero ¿leerte? ¡Definitivamente sí!