lunes, abril 01, 2013

Don't look them in the eye

Now Playing:

Look down, look down,
You’ll always be a slave
Look down, look down,
You’re standing in your grave

- Alan Boubil y Claude-Michel Schönberg; "Work Song / Look down" -

Falling rain, Running Water

Estoy saliendo de una relación abusiva.
No puedo decir que ya salí de ella, pero ciertamente estoy más cerca de la salida que de la entrada. Han sido casi dos años de malos entendidos, faltas, pasivo-agresividad y desagrado en general (por ambas partes, no estoy diciendo que sea únicamente su culpa). Han sido dos años en los que por otras razones tuve que alejarme fuertemente de la música y mi entrenamiento vocal. En estos dos años han venido demasiados cambios para nosotros y aunque pudimos sobrevivirlos, el viaje no fue nada agradable.

Es bien sabido que cuando ocurre un problema grande entre varias personas, suele polarizarlas: o acerca más a los involucrados o los aleja. Bien, adivinen qué pasó en esta ocasión. Ahora añádanle las primeras transiciones a la “vida adulta” como un trabajo formal, el aprender a vivir de los recursos que uno gana sin ayuda, las presiones de la tesis y la titulación y puntos de vista muy diferentes sobre la vida en general. Todo esto sirvió para romper lo que ya estaba agrietado.

Pero afortunadamente estoy de salida. Estoy cortando cuidadosamente los pocos cabos que aún quedan, no porque quiera terminar “por las buenas” (porque definitivamente eso ya no es posible en este punto); más bien porque quiero un corte definitivo y que no deje lugar a dudas o a segundas opiniones.

Ello requiere un esfuerzo mental muy grande (al menos, para mí). Si todo lo que dicen los maratonistas es cierto, la fase final es la más dura, justo cuando puedes ver la proverbial luz al final del túnel. Los últimos metros son los que más duelen y en los que más se quiere apurar uno para cruzar la meta, pero si uno corre más de lo que puede, termina peor.

En mi caso, tengo todavía que aguantar algunos regaños (que desgraciadamente me merezco), soportar un poco de inmadurez y al final todo será mejor. Confío en mí mismo, sé que como el héroe de mi historia tendré un final feliz, pero no sin antes pasar por problemas. Éstos son los momentos definitivos, en los que más quiero hacerme bolita y llorar como el hombre inmaduro que soy a mitad de la jornada laboral. Son éstos los momentos en los que mis amigos verdaderos desaparecen y debo enfrentar todo yo solo.

Saldré bien al final de ésta, se los prometo; pero jijos cómo cuesta. No se alejen de mí. Gracias por leerme.

Foto: Falling rain, Running Water por Kirrus; usada bajo una licencia Creative Commons Attribution-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-SA 2.0)

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