Now Playing
(Instrumental) El Farol
-Santana-
Leyendo el post de Enigma (Link en el título) y el de Appletoch (aquí) me doy cuenta de nuevo de la importancia de los medios. Para nosotros, los que nacimos al final del siglo pasado los medios son parte de nuestra vida cotidiana: incluso si digo "oír radio de onda corta" para escuchar las estaciones de, no sé, Rusia ya nos suena tan obsoleto... La tele por calbe se ha internacionalizado hasta el punto de que muchas cadenas han abierto, por ejemplo, un canal exclusivo para América Latina. Ni qué decir de la comunicación: es asombroso cómo antes una hora en un café internet te costaba $50 y ahora lo encuentras a $5 la hora, $3 la fracción. El celular, que antes era exclusivo para los ricos ejecutivos (qué mafaldesco sonó eso) ahora se puede adquirir con una quincena de un trabajo de medio tiempo.
¿A qué voy con todo esto? Como lo comenté con Enigma, esta enorme variedad nos da libertad de elección, una libertad tremenda (¿blog, vlog o flog?) pero como escribió C. S. Friedman, la libertad de elección es la libertad de elegir mal.
El mejor ejemplo está en mi México lindo y qué herido. Nomás asómense a ver los programas que pasan en las mañanas para las "amas de casa"; en uno de esos fue que salió un tipo que "predijo" un temblor en alguna ciudad del norte. El día vaticinado, la gente salió espantada de sus casas, por temor a lo que dijo este pseudo-psíquico. ¿Se dan cuenta? Con un poco de imaginación podemos avisarle a la gente cualquier cosa, y lo peor es que lo creerán.
Pero viene la otra parte del círculo vicioso: la gente. Dicen que no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre. ¿Por qué las televisoras nacionales pasan tanta porquería? (no todo lo que pasan es porquería, pero sí la mayoría) Respuesta: porque hay gente que quiere verlo. ¿Por qué han crecido hasta ser prácticamente monopolio? Respuesta: porque lo ve mucha, mucha gente porque pasan esos programas.
En un país como el mío, si alguien tiene los pantalones suficientes para presentarle al televidente programación nacional y extranjera de calidad, se va a enfrentar a la crítica, a la falta de recursos, a los logros pequeños. En otros países como Venezuela, simplemente los cierran "por golpistas"
Sí, se ha cometido un duro golpe a la libertad de expresión de los Venezolanos, pero ¿cuánto usamos nosotros como pueblo mexicano nuestra libertad de elección? Sí, es malo que allá les cierren los canales de comunicación, pero aquí estamos igual si no sabemos conocer, analizar, criticar las opciones. Estamos en ese sentido tan fregados como allá. Y esto lo hago extensivo al software, que si bien todavía es cosa de una minoría en el país y en el mundo, es parte del mundo en el que yo vivo.
¿Usas tu libertad de elección?