Now Playing:
But I've got to think twice
Before I give my heart away
And I know all the games you play
Because I play them too
- George Michael -- Faith -
Human XP
Bioshock Infinite
Hace mucho que no relato mis experiencias con un juego. En parte es porque muchos juegos no merecen todo un post detallando mis experiencias; en parte es porque muchos juegos no generan una experiencia tan grande como para escribir todo un post, pero en su mayorí simplemente se me olvida escribir mis experiencias.Pero después de jugar Bioshock Infinite (Xbox360) y de las experiencias que viví con él, creo que vale la pena romper esta racha larguísima de no hablar de videojuegos por acá.
NOTA Ésto no es una crítica o review del juego. No es explicación ni walkthrough, pero sí puede contener spoilers. Aquí hablo nada más de mis experiencias subjetivas con el juego, durante el mismo y después de terminarlo.
No soy un fan de los First person shooters competitivos. Creo que más allá de TF2 no juego ninguno a menos que sea en la consola/computadora de alguien más que me invite a jugar. Pero sí recuerdo con mucho cariño que los FPS de un solo jugador fueron parte de mi niñez (incluyendo, pero no limitado a Wolfenstein 3D, Duke Nukem 3D, Ken's Labyrinth y Rise of the Triad)
Además de eso, me agradan mucho los temas fantásticos/sci-fi-escos (dígase, que mezclan cantidades variables de ambos géneros). Bioshock (1) sin duda entra en esa categoría: poderes aparentemente mágicos en una ciudad con todo el estilo art-deco que está en el fondo del mar. Increíble.
Después de una secuela que no jugué, me encontré hace un par de semanas que mi hermano tenía Bioshock Infinite. No hace falta hurgar mucho en las noticias de videojuegos para ver que este título recibió aclamación a diestra y siniestra. Cuando supe que sólo se lo habían prestado (y que, por ende, no estaría ahí indefinidamente) decidí romper una de mis reglas no escritas de los videojuegos y me salté la secuela para irme directamente al postre. No me arrepiento
Experiencia 1: Limitaciones
Hay un tipo especial de retos, especialmente en los videojuegos, que incitan a uno a superarlos. Esos retos que no están hechos para pisotear a quien intente completarlos, sino que buscan probar realmente sus habilidades. Estos retos no se ríen en tu cara cuando te vencen: uno mismo sabe que el problema no es que el obstáculo sea muy difícil, sino que uno se sabe aún incapaz de superarlo. Ese es el punto en el que uno decide buscar qué salió mal en la estrategia para mejorarlo. Eventualmente, uno sale victorioso y se sabe que fue por mejorar y no por pura suerte.En el caso de Bioshock en general y en Infinite en particular, uno de estos retos fue la limitante de sólo poder cargar dos habilidades especiales (los Vigors) al mismo tiempo y sólo dos tipos de armas al mismo tiempo. De igual forma, no es posible comprar todos los upgrades que hay para todas las habilidades y todas las armas (supongo que sería posible si uno hace mucho grinding, pero hasta donde recuerdo, es imposible en este juego).
Confieso que no quise experimentar mucho una vez que encontré mi "sweet spot" (Carbine y Shotgun, por si querían saber), pero hacia el final del juego me vi obligado a cambiar mi estrategia, lo cual resultó en más de un momento de Epic Fail con las consecuentes risas sobre cómo podía autosabotearme en un juego.
Límites como éste son importantes y me recuerdan mucho a Bastion. La diferencia aquí es que la única oportunidad que tienes para cambiar tu armamento es cuando un enemigo "suelta" su arma, lo cual no siempre pasa.
Experiencia 2: La Historia
Spoilers ahead
El juego tiene viaje en el tiempo, líneas de tiempo paralelas, y dimensiones alternas. El juego tiene problemas familiares, drama relacionado a la guerra y al poder. La historia del juego es uno de esos rompecabezas que quieres resolver aunque parece muy retorcido y cuando por fin comienzas a ver de qué se trata todo, el cerebro se te derrite en una pasta gris que se te sale por las orejas. It's AWESOMEExperiencia 3: Compartir la historia
Posiblemente la mejor experiencia de este juego fue estar a las 3 de la mañana, con el cerebro aún saliéndome por las orejas, mientras mi hermano me explicaba todos los detalles que pasan por alto en el primer playthrough, pero no en el segundo. Después de ir por detalles muy pequeños y significativos para la historia, pensé en que pocas veces he podido compartir la historia de un juego con alguien de esta forma. Estuvimos un rato intercambiando teorías y discutiendo puntos de vista sobre aquellos "agujeros" en la trama que no son explícitos.Al final del día éso es lo que busco de una buena historia: compartirla con otros fans de la misma. Por esto es que yo estoy en contra de buscar siempre mejorar la apariencia de un juego; las gráficas son interesantes, pero sólo hasta cierto punto mientras que una buena historia se repite de boca en boca y se mantiene sin importar nada más. Por eso es que títulos como FF VII se siguen vendiendo: su historia pegó en su momento, tanto que muchos hoy lo compran de nuevo por nostalgia.
Jueguen Bioshock Infinite y compártanlo con alguien a quien le interese las historias que involucran mindfuck, con otros nerds (o con personas que disfruten de armas ficticias y métodos medio brutales de matar personas con ellas)
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